Los años pasan y todo cambia y evoluciona, pero quién se iba a imaginar que esa máquina del tiempo, que ha permitido al hombre viajar por el tiempo durante siglos, iba a comenzar a peligrar su existencia y a desaparecer físicamente de las manos los viajantes. La revolución tecnológica trajo consigo numerosos cambios que afectaron a todos los ámbitos y a partir de ese momento comenzó a aparecer ese continuo “click” que inunda el mundo actual. Es entonces cuando el libro dejó de tener tanta importancia e Internet pasó a ser el protagonista de la historia.
Los periódicos digitales, los blogs y miles de documentos inimaginables circulan por la red y están ahí almacenados como si de una caja sin fondo se tratara, a la espera de que algún internauta lo encuentre. Incluso se pueden encontrar libros de soporte físico que están digitalizados y que podemos leerlos con tan sólo un click. Es curioso pensar que es aquí donde está el futuro de la lectura y de la literatura que como característica principal nunca deja de sorprendernos.
No hay que echar la vista muy atrás para visualizar a una persona sumergida en un libro o en un periódico, sin embargo, con la aparición del “mundo click” esta imagen es cada vez menos propensa. Actualmente resulta más atrayente navegar por el mundo de la información infinita, en el que es posible establecer diálogos con personas desconocidas y a una larga distancia. Internet puede ser el sueño de cualquier escritor o periodista, ya que hace realidad esa literatura libre y sin barreras. Permite la posibilidad de expresar opiniones libremente y conocer los comentarios de otras personas desconocidas.
Pero hay que dar por seguro que el futuro de la lectura no se quedará en tan sólo un “click” y, que posiblemente otras formas nos permitirán seguir disfrutando de la magia de la comunicación y el mundo de la literatura y así seguir viajando en un mar de letras.
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